domingo, 12 de noviembre de 2017

Inesta......BI......lidad


Durante los siguientes días a aquel encuentro con Luis trate de olvidarlo a través del cariño y abrazos que me ofrecía Carmen, pero no fueron suficiente; de alguna manera aquel suceso me había perturbado, el solo hecho de verlo día a día en el salón de clases, traía a mi mente ese momento, esa sensación y ese aliento.

Y siendo sincero la verdad me gusto el sentimiento que provocó en mí el besarme con Luis, fue muy parecida a cuando me besó Carmen, sin embargo, había algo más que no logré comprender en ese momento: amor?, excitación?, emoción?, afecto?, estaba conmocionado; era como estar dividido en dos amaba a Carmen muchísimo ella me alentó a vencer mi timidez, fue mi primer amor y la primer persona con la que tuve sexo, pero.........pero........ Luis movió fibras en mi ser que permanecían dormidas.


A pesar de los mimos, las cursilerias, los momentos felices y juguetones con Carmen, no podía olvidar a Luis pese a no dirigirle la palabra, ni la mirada aún así sabía que el me observaba.

Todo aquella tensión derivó en que soñara con Luis; lo tengo aún presente aquel sueño, recuerdo estar en su casa jugando videojuegos pero.......¿¿¡¡desnudos!!??, apostando a quien perdiera de los dos debía besar al otro; y Luis perdía por ende él debía besarme, pero lo hacía de una manera tan apasionada, que termine eyaculando y despertando en esa noche.

Fueron tantas noches mientras me masturbaba pensando en él y la culpabilidad por hacerlo, que lo único que deseaba era que terminara el año escolar para nunca más volver a verlo, ya que odiaba sentir esto por Luis.

Carmen se dio cuenta que me estaba comportando raro con ella, decía que me sentía distante; no pude decirle otra cosa que se debía a que se acercaban los exámenes finales y me tenían muy preocupado, no podía decirle la verdad de lo que me pasaba realmente.

La cascada de dudas y preocupaciones me hicieron pensar ¿Seré un maricón?, y en una ocasión estando solo en mi habitación frente al espejo viéndome para comprobarlo comencé a hacer ademanes y hablar de manera afeminada; pero no me gusto para nada lo que vi, ese no era yo, no podía ser un maricón, pero entonces ¿que demonios era? ¿porque me gustaba Luis? ¿porque quería ir corriendo a su casa pedirle perdón y besarlo?.

Solo restaban un par de meses para terminar la educación secundaria, así que reuniendo toda mi fuerza de voluntad y por segunda ocasión trate de contener ese lado, ya que había sido desatado y perdido el control.

Mi relación con Carmen comenzó a deteriorarse al paso de esos últimos días, y tras haber pasado la fiesta de graduación, una semana después estando afuera de su casa decidió que debíamos terminar nuestro noviazgo.

Y respecto a Luis........nunca más volví a saber nada de él.

2 comentarios:

  1. Como dije antes, en el otro post, en esa etapa estamos experimentando, pero por no saber qué hacer o cómo reaccionar, sumados a los cambios hormonales y que todo está patas para arriba también podemos ser muy crueles con nosotros mismo o con terceros... no medimos palabras, emociones, sensaciones, etc.,... todo por temor.
    como había dicho, no enamoramos fácil en esa etapa de la vida (aunque muchas veces no es amor lo que sentimos, pero nos lo parece), de la persona que tenemos al lado, solo hace falta una mirada, una caricia, un beso, un rose, o el simple rumos que llega a nuestros oídos de que "él/ella" está enamorado de nosotros... es increíble como empatizamos enseguida, y nos convencemos a nosotros mismos que eso que sentimos es real (a veces si es real, pero no siempre). Se entiende?? Lo que quiero decir es que en esa etapa ni siquiera nosotros mismos sabemos lo que nos pasa o lo que queremos.
    obvio, para una persona bisexual es mucho más complicado, más ambiguo, es más difícil decir, "me gusta esto (heterosexualidad)" o "me gusta esto (homosexualidad)" no lo tiene tan claro, y en su cabeza está en que no puede ser ambos, que debe decidirse por uno, y la presión social te condiciona a elegir (consiente o inconscientemente) la heterosexualidad.
    En una relación de pareja principalmente se busca seguridad y complementarse con cosas que el otro tiene y a uno le falta, Carmen a darse cuenta de tus inseguridades (por más que no tuviera en claro lo que te pasaba) se daba cuenta que contigo seria difícil algo estable en ese momento, por eso, termino dejándote y buscando en otro lado lo que contigo no conseguía (perdón, espero no haber sonado tan duro).
    Saludos.

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  2. Es todo un mar de sensaciones, con olas que golpean una y otra vez nuestro interior, que vienen a cuestionarnos a nosotros mismos y a lo que nos enseñaron en casa nuestros padres, cada emoción se multiplica amamos, nos entristecemos, nos volvemos enormemente felices y hasta nos deprimimos de una manera más intensa.
    Y precisamente esto resulta en lo que mencionas: "ni siquiera nosotros mismos sabemos lo que nos pasa o lo que queremos".
    Durante esa corta vida antes de la adolescencia nos enseñan que debemos amar solo a las mujeres para formar una familia, pero cuando te das cuenta de que el amor que puedes dar se puede extender también hacia los hombres es un choque muy fuerte de ideales; y terminas pensando: ¿Que rayos soy?, ¿hacia dónde voy?, ¿y ahora que hago?.
    No amigo para nada sonó duro, tal vez si se lo hubieras dicho al yo adolescente probablemente sí, fue mi error descuide una linda relación con Carmen al no saber lidiar con aquel beso que recibí de Luis. En ese entonces aquel YO se dejo llevar por prejuicios y no querer aceptar que también sentía afecto por los chicos.
    Siempre vi a Luis como un chico normal el tenía su grupo de amigos y yo el mío, nunca imagine que sentía eso por mí, a veces me siento mal por no haberle dado una explicación por mi comportamiento, ni platicar sobre lo que paso, ambos optamos seguir como si no hubiera pasado nada, sin embargo nos llegábamos a buscar con la mirada sin que ninguno de los dos se diera cuenta pero solo hasta ahí, y como mencione en el post una vez graduandonos de la secundaria hasta la fecha no he vuelto a saber de él.
    Saludos Sebastián

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