Sam es un niño de 13 años. Va a una escuela para niños donde los pasillos parecen exudar testosterona de hace siglos. En ese mundo de pequeños hombres uniformados, a Sam le crecen un par de tetas (Ginecomastía). Sus desesperados intentos de ocultar la monstruosidad de su cuerpo fracasan cuando se ve obligado a tomar clases de natación. Los cinturones, las camisetas y las camisas con las que Sam guardaba su secreto ya no servirán para nada. Blythe, el buller (acosador) de la clase, ha descubierto porqué el nuevo chico es tan reservado. Blythe y Sam se desafían mutuamente, se temen, cada uno de ellos es para el otro, una mirada a lo que se convertirán, y en esa sospecha, se encuentran siendo cómplices de sus propias inseguridades.
