15/Julio/2019 "Más Cerca de lo Que Crees..."

Mientras viajaba de regreso a casa, al detenerse el autobús en una estación, mire por la ventana y vi un anuncio que llamo mi atención: 

SCRUFF "Los Chicos que te gustan están aquí" decía el slogan. 

Ver aquella publicidad me provoco inquietud por saber más acerca de la aplicación, nunca las había utilizado, a pesar de verlas en la playstore en el móvil, y debido al momento que estoy viviendo, decidí echarle un vistazo.

Cuanto ha cambiado la manera de interactuar, recuerdo que hace años utilizaba las salas de chat para conocer a hombres y en ese entonces no podías ver ni saber que tipo de persona se encontraba del otro lado del monitor. 

Y como olvidar la llegada del Messenger...que recuerdos!, conocer por primera vez a quién le contabas y mostrabas tu intimidad era ya una excitante experiencia. Ahora con esta aplicación y supongo que ha de ser parecida a otras, se han dedicada a crear un enorme listado de hombres gay/bisexuales de todas las edades, físicos, razas y nacionalidades buscando pareja, amor, comprensión, pero sobre todo sexo mucho sexo.

Me pregunto: ¿Podrá ser que pueda encontrar algún hombre interesado en mí a esta altura de mi vida? ¿Quién querría hacerlo? 

Ya mi cabello dibuja demasiadas canas, las personas comienzan a tener un trato diferente; refiriéndose a ti con algunas frases que nunca pensaste que serían dirigidas hacia a tu persona como: Señor, puedo ayudarlo?, Oiga Don, ¿me puede decir la hora?... palabras que pueden bajarte la autoestima en un instante.

Para mitigar un poco la soledad que siento, y la crisis por encontrarme ya dentro de los 40s, cree un perfil en Scruff, total nada se pierde con utilizarla... ¿Quién sabe? igual y conozco a alguien interesante.

Lo que me sorprendió de esta app es la opción de darte una ubicación aproximada de las personas que se encuentran cerca de tí. Vaya! no se que tan bueno sea eso.

En fin, fue una sorpresa saber que había alguien tan cerca, de quien tenía algunas sospecha de que es gay. Un joven vecino de la cuadra en donde vivo. Jesús es su nombre pasivo es su rol, según describe su perfil, 23 años, en busca de: Twinks, Musculosos, Maduros. Si que es pequeño este mundo, o mejor dicho la homosexualidad es más común de lo que había imaginado.

Recuerdo que vi crecer a este chiquillo de cabello rubio, mal educado y muy consentido, que en Navidad siempre recibía juguetes costosos, para compensar la ausencia de su padre, pues se había  divorciado de su madre.

Creció en una casa donde sólo viven mujeres divorciadas, si por muy raro que parezca, viven "solas" con sus hijas, y todas ellas las 4 hermanas viven en esa misma casa, por lo que Jesús fue criado en un ambiente cobijado y rodeado de mujeres siendo el único varón. 

En las pocas ocasiones que llegue a verlo en la calle jugando, en ningún momento podrías tener siquiera la más mínima idea de que este chico llegaría a ser homosexual, inclusive durante su adolescencia y hasta el día de hoy, nunca sospecharías que le gustan los chicos.

Diablos!! No puedo creerlo, esta aplicación guarda un registro de quienes te visitaron... seguro verá mi perfil y me reconocerá por la fotografía, además aparece quienes están cerca, a un lado de tu cuadro de perfil.

Al siguiente día:

Reviso mi perfil no hay duda que lo vio, ya que queda un registro de las visitas a tu perfil...me preocupe un poco al respecto, pues tenía el temor de que divulgará mi verdadera sexualidad puesto que en toda comunidad pequeña todos se conocen y un rumor corre tan rápido como al encender una mecha de pólvora.

Unos días después:

Venia por la calle y lo tope de frente, al irnos acercando, evitamos encontrarnos con la mirada debimos sentirnos avergonzados, por lo menos yo si me sentía así.

En la siguiente semana:

Borró su perfil de la app, ahora al encontrarnos por la calle evitamos tener un contacto visual duradero, pero por instantes hemos llegado a tenerlo, creo le preocupo el hecho de que yo supiera que es homo, sin saber que yo estoy en la misma situación, así que todo quedo en ese simple juego de miradas llenas de vergüenza por ser quienes somos, pactando en silencio seguir encubriéndonos pues de hacerlo publico ambos nos veríamos comprometidos.