Sinopsis por Rubén Sánchez
Hay ocasiones en las que ver una
película realizada hace décadas nos puede llegar a sorprender, en el
sentido de pensar qué ocurriría si esa misma producción se realizase hoy
en día, en el que hay veces que pareciese que sin existir una censura
oficial, una auto censura parezca haberse impuesto aunque haya obras que
se atrevan a saltarla… incluso con amago de consecuencias penales, como
sucediese en el festival de Sitges hace años en un incidente que no nos
apetece recordar.
Un ejemplo de esto que comentamos en el párrafo inicial podría ser You Are Not Alone (Du Er Ikke Alene,
1978) de los directores Lasse Nielsen y Ernst Johansen, y es que ¿Qué
ocurriría si hoy en día se estrenase una película que trata sobre la
homosexualidad en la infancia y adolescencia, incluyendo una escena en
una ducha con el protagonista y un amigo completamente desnudos, lógico
por otra parte, frotándose la espalda? Y aún encima todo en un internado
con marcado carácter católico. Vamos, que a más de uno le iba a sangrar
la nariz sólo de pensarlo.
Pues algo así fue posible hace cuatro
décadas, y aunque la película tampoco la podemos considerar una obra
maestra ya que presente bastantes lagunas en su desarrollo, en lo que sí
que destaca es en la absoluta normalidad con la que nos presenta el
descubrimiento de la sexualidad de su protagonista, Bo, que mantiene una
amistad con Kim, hijo del director del internado. Realmente, buena
parte de esa apariencia de normalidad se debe a que las relaciones
homosexuales, por otro lado totalmente pudorosas, no son el epicentro
absoluto de la trama, sino que se suceden al igual que vemos a los otros
chicos heterosexuales tener sus propias experiencias, también bastante
pudorosas, con lo cual logra que nada desentone ni sea la nota
discordante en el conjunto.
Esa valentía y ese atrevimiento en explorar tales ámbitos, es lo que hace que You Are Not Alone
no se quede en el recuerdo como otra película más de adolescentes
aunque flojee en otros desarrollos de la trama. Aunque precisamente esa
valentía es la que también logra que nos muestren a los jóvenes como
personas maduras, capaces de enfrentarse a las órdenes de su director
desde la disensión dialéctica, y no únicamente con una negación cerril.
Llegando incluso a crear una especie de grupo opositor, algo que
finalmente no acaba de desarrollar en todo su potencial durante la
película y quedándose un poco cojo.
You Are Not Alone, una obra valiente y, sobre todo, sincera.
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