Lo que se dijo de esta película:
Las películas que abordan el fin del mundo siempre tienen ese extra que conlleva el placer que genera en el espectador la materialización de algo que posiblemente nadie que habita actualmente la Tierra verá, sobre todo cuando el realizador se aleja de las gastadas formulas del cine norteamericano.
Velociraptor es una película que plantea un mundo al borde del apocalipsis en el que dos amigos se encuentran y salen a pasear deambulando por una ciudad supuestamente en caos, y sostienen largas charlas donde una y otra vez hablan de sexo y de la posibilidad de tener sexo entre ellos, donde uno es homosexual y el otro aparentemente no.
El tema del fin del mundo se convierte en un molesto distractor de los otros tópicos que aborda la película: la amistad, la virginidad, el deseo, el amor, el placer, el sexo entre amigos, entre otros, en una película que inicia con un tono de comedia ligera que recuerda las “Before…” de Richard Linklater, que de a poco va perdiendo frescura ante el reincidente “histeriqueo” de sus personajes, que alargan innecesariamente una película que se torna reiterativa y que hubiese funcionado mejor con algunos minutos menos en su metraje, y con un algunas escenas más con el tono de aquella que sucede en la tienda de cómics.
La película sigue un guión original y perfectamente construido, y teniendo en cuenta que el director es al mismo tiempo el guionista, lo tiene muy fácil para expresar en buenas imágenes lo que quiere: tratar con cariño la relación entre un joven homosexual y su amigo heterosexual. No hay morbo porque predomina la sensibilidad y el toque erótico está en su justa medida correspondiente al tema. Tiene una forma fílmica que engancha, pues los planos van creando la tensión necesaria dentro de cada escena; y por si fuera poco, el sonido está muy trabajado y ayuda a la progresión de la historia y al aumento del drama. La interpretación es tan natural, y buena, que parece que estás al lado de los dos protagonistas principales compartiendo su tensión. Hasta los títulos de crédito puestos al final están muy trabajados y presentan cierta originalidad dentro de su sencillez. La música, diegética o no, tiene su perfecto lugar para acompañar la historia y no afectarla más que en lo que al aspecto dramático, o cómico, sea necesario.
Las películas que abordan el fin del mundo siempre tienen ese extra que conlleva el placer que genera en el espectador la materialización de algo que posiblemente nadie que habita actualmente la Tierra verá, sobre todo cuando el realizador se aleja de las gastadas formulas del cine norteamericano.
Velociraptor es una película que plantea un mundo al borde del apocalipsis en el que dos amigos se encuentran y salen a pasear deambulando por una ciudad supuestamente en caos, y sostienen largas charlas donde una y otra vez hablan de sexo y de la posibilidad de tener sexo entre ellos, donde uno es homosexual y el otro aparentemente no.
El tema del fin del mundo se convierte en un molesto distractor de los otros tópicos que aborda la película: la amistad, la virginidad, el deseo, el amor, el placer, el sexo entre amigos, entre otros, en una película que inicia con un tono de comedia ligera que recuerda las “Before…” de Richard Linklater, que de a poco va perdiendo frescura ante el reincidente “histeriqueo” de sus personajes, que alargan innecesariamente una película que se torna reiterativa y que hubiese funcionado mejor con algunos minutos menos en su metraje, y con un algunas escenas más con el tono de aquella que sucede en la tienda de cómics.
La película sigue un guión original y perfectamente construido, y teniendo en cuenta que el director es al mismo tiempo el guionista, lo tiene muy fácil para expresar en buenas imágenes lo que quiere: tratar con cariño la relación entre un joven homosexual y su amigo heterosexual. No hay morbo porque predomina la sensibilidad y el toque erótico está en su justa medida correspondiente al tema. Tiene una forma fílmica que engancha, pues los planos van creando la tensión necesaria dentro de cada escena; y por si fuera poco, el sonido está muy trabajado y ayuda a la progresión de la historia y al aumento del drama. La interpretación es tan natural, y buena, que parece que estás al lado de los dos protagonistas principales compartiendo su tensión. Hasta los títulos de crédito puestos al final están muy trabajados y presentan cierta originalidad dentro de su sencillez. La música, diegética o no, tiene su perfecto lugar para acompañar la historia y no afectarla más que en lo que al aspecto dramático, o cómico, sea necesario.
Fuente: https://www.pulmahue.pw/2016/08/sabias-que-en-la-pelicula-velociraptor.html
No hay comentarios.:
Publicar un comentario