domingo, 26 de agosto de 2018

Recuerdos re......PRIM......id......OS Parte II


Este es el último post de esta sección...Gracias por leerlos.

Mientras escuchaba la voz de mi primo contar aquellas anécdotas de esa etapa prehomosexual en la preadolescencia no pude evitar pensar ni creer que hubiera sido tan "pervertido", al tenerlo como cómplice a consecuencia de mis alborotadas hormonas. Al momento pensé ¿Porque me cuenta esto? yo lo había olvidado por completo, Acaso querrá confesarme algo y llevarme a la cama? creo que pensar en querer acostarse conmigo sería algo muy exagerado, ¿o no?.

Mi primo "Raúl" continuaba hablando y hablando cual si se tratase de un perico, lo único que podía hacer era reflejar en mi rostro el desconcierto y la sorpresa al haber "olvidado" aquel pasado que vivimos; entre anécdotas llego a mi mente un recuerdo muy vivido de cuando llegaba a visitarlo a casa de mis tíos a pasar la noche para jugar algo así como una especie de pijamada, y recordé que nos duchamos juntos y pasábamos horas jugando desnudos en su habitación hasta altas horas la noche, (ahora entiendo porque me gusta andar desnudo jeje); y de repente cruzó en mi mente un flashback en el que tuve un vago recuerdo de él y yo mirándonos frente al espejo desnudos; y mi primo Raúl diciéndome: "Tú lo tienes blanco porque eres güero y yo lo tengo morenito, pero tu lo tienes diferente, tienes pellejito (refiriéndose al prepucio) no pude evitar reírme al recordarlo, si mal no recuerdo esto debió suceder cuando eramos unos niños, tendríamos como 9 y 10 años porque recuerdo ver mi pene sin ningún vello púbico.

Después de haber pasado cerca de una hora hablando un silencio incomodo surgió en aquella banca en el parque, mientras observábamos la soledad de la madrugada, cuando de repente se acerco y me preguntó: ¿recuerdas aquella vez en la que fuimos a la casa de los abuelos al festejo de su boda de oro?. No muy bien Raúl, ¿que pasó en ese entonces? No me digas que te cogí jaja, (en tono de broma) le dije. Con un expresión un tanto seria me miro y dijo: en aquella ocasión mientras dormíamos tú me bajaste el pantalón y me acariciaste la verga y mis huevos. ¿En serio yo hice eso? pregunté. Sí, o bueno eso creo porque estaba medio dormido y recuerdo haberte visto despierto me subí el pantalón y abroche mi cinturón y seguí durmiendo.

Creo que debiste soñarlo primo pues que me viste cara de maricón, jaja (risa nerviosa) le dije. Sí eso debió ser jaja, imaginate nosotros dos teniendo sexo jaja haciendo un 69 (ambos reímos), pero oye?, ¿Porque aún no te has casado? preguntó. La verdad no he encontrado a la mujer correcta-respondí. Mmmm ya veo, ¿eres gay?. Tomándome un poco desprevenido y tardando en responder le dije: Como crees!! el hecho que no ande con alguien quiere decir que sea homosexual. Debí haber mostrado algo de nerviosismo al contestarle que tuve la sospecha de que debió darse cuenta que le estaba mintiendo, ya que me tomo por el hombro y me dijo: "Esta bien primo te creo no te preocupes", sus palabras y la manera en que las dijo me dieron a entender que sabe que soy diferente. Si bien no le asegure que soy gay, tiene la sospecha de que me gustan también los hombres; pasando este momento un poco incomodo continuamos nuestro camino caminando por aquellas calles oscuras hasta llegar a casa.

Pasando algunos días después de que regresó mi primo al lugar donde vive; y mientras pasaba el tiempo en el internet recordé aquel incidente en la boda de oro de mis abuelos  aunque la versión contada por mi primo variaría en algunos detalles. Pareciera que fue ayer cuando después del ajetreo de la fiesta y del hecho que nos consideraban todavía unos críos, a pesar de ser casi unos adolescentes, nos enviaron a una habitación a dormir; pero como aún era demasiado temprano estuvimos jugando videojuegos y luchas emulando a nuestros gladiadores favoritos para ver quien podría derribar a quien, el roce continuo y mis hormonas en pleno auge, provocaron que me comenzara a excitar, claro esto mi primo no lo había notado y continuamos jugando como si nada pasará. Poco tiempo después debido al cansancio, mi primo comenzó a tener sueño, en ese instante mi tía entró a aquella habitación para asegurándose de que estuviéramos bien abrigados y dormidos que por supuesto no lo estábamos; trajo algunas cobijas para que no pasáramos frío, ya que la temperatura estaba bajando demasiado; razón por la cual tendríamos que dormir con la ropa puesta. 

Pero a pesar del gélido clima, no impidió que continuara excitado, ya que dormiría al lado de mi primo. Recuerdo que hasta cierto me había obsesionado con ver y tocar el pene de Raúl, ya que en las ocasiones que llegábamos a masturbarnos, él era muy penoso y reacio a mostrar su pene erecto; lo cual me provocaba cierta curiosidad y morbo, pues la última vez que se lo había viste fue cuando eramos aún unos niños. Estando excitado con la idea de llevar a cabo tan extraño plan, pacientemente espere a que se quedara dormido profundamente; una vez asegurándome que lo estaba; comencé a tratarle de abrir su pantalón; y fue así lentamente  fui deslizando mi mano hasta la hebilla de su cinturón cuidando que no despertara y se diera cuenta; la excitación había llegado a tal grado que una placentera emoción recorría mi cuerpo; haciendo que mi corazón latiera más rápido de lo normal, recuerdo que hubo momentos en que pienso que quizá se dio cuenta; ya que se movía, lo cual a mi entender pareciera que me daba su consentimiento para seguir haciéndolo o eso imagine yo; por lo que continué mi excitante tarea, una vez de haberlo aflojado su cinturón seguí desabotonando el pantalón hasta lograrlo, faltando el obstáculo más difícil: bajarle el ziper (cierre) empecé a bajarlo cuidadosamente evitando que se despertara; hasta quedar completamente abierto dejando al descubierto su paquete oculto en aquella truza (calzoncillo) de color blanco.

Con mi pene completamente erecto y emocionado por lo que estaba a punto de hacer, acerque mi mano y con las yemas de los dedos fui acariciando sobre su ropa interior sus testículos y su pene; pero esto no bastaba para mí quería a como diera lugar tocarlo y sentir la piel, por lo que estaba decidido a bajarle su calzoncillo, cuando de repente mientras había acercado mis dedos cerca del resorte de su truza y al comenzar a bajarla, mi primo Raúl volteo, y con los ojos aún entreabiertos de sueño sonrió y se abrochó su pantalón; al yo notar esto no volví a intentarlo pese al morbo del momento por temor a que él me acusará con mis padres ó mis tíos de lo que le estaba haciendo.

Ahora pasado el tiempo recordé porque había reprimido estos recuerdos, no quería sentir esa culpabilidad por tratar de satisfacer mis bajos instintos con mi primo, y ser la vergüenza de la familia en caso de que se enteraran, toda vez que nuestros padres y los míos nos enseñaron que es algo malo, que eran cosas de maricas, que si estaba mal visto hacerlo con un desconocido, es peor aún hacerlo con alguien que sea tu pariente de sangre. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario