domingo, 17 de junio de 2018

Explorando el Placer

Aquella revista que viniera a contestar algunas preguntas referentes al sexo homosexual, vino a desequilibrar mi paz, en otras palabras me dejo con la curiosidad de ¿que se sentía? hacer tal o cual cosa. Una de las dudas que permaneció clavada en mi mente en ese tiempo fue: si en verdad se puede sentir placer al ser penetrado por el ano, no necesariamente con un pene pensé que igual podía ser con los dedos.

Así que con las hormonas revolucionadas y teniendo como "pretexto" el estar excitado a causa del sofocante calor causado por la primavera, decidí constatarlo por mi mismo, y fue entonces que en una noche después de tomar un baño, quede tumbado sobre la cama desnudo como usualmente lo hago;  comencé a acariciarme con mis manos sin pensar o imaginar siquiera que un chico o chica estuviera acariciándome, solo quería hacerlo para mí y sentir placer, en pocas palabras consentirme a mi mismo, no como en otras ocasiones donde agarraba mi pene lo comenzaba a frotar y después de unos pocos minutos eyacular, no!, esta vez quería hacerlo despacio sin tocar en absoluto mi pene, solo disfrutar de cada sensación producida por el roce de mi piel.

Aunque pareciera ser que erotizarse y masturbarse es lo mismo, no lo es, masturbarse podría entenderse como el mero acto de estimularse para obtener placer, que relativamente es más efímero, de poca duración ya que al llevarlo a cabo se centra en el placer genital, a diferencia de erotizarse que tiene una connotación más amplia; es llenarse de estimulo que trasciende en base a la energía sexual, a través de explorar cada una de las zonas erógenas del cuerpo; y no concentrarse en una sola área, en una sola palabra conocer cada rincón del cuerpo donde sea posible sentir placer.

Y asi mientras miraba el cielo de mi habitación, pasaba entre mis dedos mi cabello desde la frente hasta la nuca lentamente con mi mano izquierda y después la derecha, dibujando bordes y dando un leve masaje a mi cabeza, para después cerrar lentamente mis ojos tras pasar mis dedos suavemente sobre ellos, exploro y los deslizo por el contorno de mis pómulos hacia la nariz terminando en mis labios recorriendo su comisura sintiendo su sensibilidad.

Llego a mi cuello llevando mi mano izquierda transitando con el toque de mis llemas a sentir la piel de mi hombro llevándola con un suave toque a lo largo de mi brazo derecho sintiendo cada uno de los vellos hasta llegar a la punta de mis dedos, acto seguido hago lo mismo con la mano derecha en mi brazo izquierdo. Ahora retorno mis manos y las coloco sobre mi pecho siento como el corazón se acelera, acaricio mis tetillas delineando pequeños círculos sobre ellas hasta notar el color rojizo que adquieren, cierro mis ojos y me dejo llevar por la agradable sensación que siento, mi respiración aumenta y mi miembro comienza a crecer debido a que mis manos comienzan a deslizarse a través de mi costillas hasta llegar a mi ombligo y acercarse a mi pubis; pero me detengo,me yergo y quedo sentado sobre el colchón acaricio mis piernas entrelazando mis dedos entre el abundante vello desde los muslos hasta el tobillo y terminar llegando a los dedos de mis pies sintiendo cada contorno cada linea dibujada en ellos, las suaves cosquillas dibujan una sonrisa en mi rostro; de nuevo me recuesto quedando bocarriba, doblo mis piernas y de nuevo comienzo a rozar con la llema de mis dedos la parte posterior de mis piernas desde la rodilla hasta llegar a mis glúteos, abro mis manos y los separo mientras veo y siento el leve goteo de mi pene, la excitación comienza a arrancarme los primeros gemidos de placer, levanto mis piernas completamente llevándolas hasta casi tocar mis pectorales.

Nuevamente mis manos se adentran en territorio desconocido y comienzan a dibujar pequeños círculos en medio de mis nalgas, hasta terminar con uno de mis dedos cerca de mi ano, por primera vez siento el vello de ese lugar, mi respiración se vuelve un tanto agitada, miro mi pene teñirse de un color rojo tan intenso que parece irreconocible, cierro mis ojos otra vez, nunca pensé sentir tanto placer, mi ano se abre y se contrae por la excitación, coloco mi dedo cerca y comienzo a introducirlo lentamente, que sensación tan maravillosa, mis piernas empiezan a temblar, no comprendo porque, pero no me fijo en eso y continuo acariciando el interior hasta que de repente intempestivamente un temblor sacudió mis piernas fue tan intenso e incontrolable, mi dedo parecía atrapado y eyacule ¿como era eso posible si ni siquiera había tocado mi pene?, una vez que pararon los temblores sentí que no había terminado, y de nuevo introduje mi dedo para volver a sentir esa placentera sensación, mi cuerpo parecía poseído, sí, poseído por el demonio del placer, pero esta vez mi cuerpo se sacudió más intensamente mis piernas, mi cadera, mi pubis, no podía detener el movimiento de vaivén mientras mi pene eyaculaba, mis ojos se habían llenado de destellos brillantes como si me hubiera mareado, no creí que pudiera ser posible sentir tal éxtasis y que yo gimiera de esa manera, la placer sentido había rebasado por mucho mi imaginación, era como explotar internamente en gozo y júbilo, pero aún no me sentía satisfecho; así que esta vez solo me masturbaría, pero fue imposible mi pene había quedado tan sensible que con el simple roce de mi mano, termine eyaculando y sintiendo aliviado, muy feliz (riéndome, no sé porque) y satisfecho.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario