domingo, 10 de diciembre de 2017

Damon y Pitias

El  verano estaba por terminar la herida por el rompimiento con Carmen había cicatrizado tras haber pasado días derramando lágrimas por ella, no siendo así borrar aquel beso con Luis, él otro yo aún seguía despierto, debíl pero con algo de presencia. Un nuevo ciclo estaba en puerta, nuevas chicos y chicas por conocer, así es el momento de pisar la preparatoria estaba a punto de llegar, pero algo sucedio conmigo, saber que tambien me gustan los chicos hizo que aquella timidez que comenzaba a superar gracias a Carmen había vuelto, me habia vuelto más introvertido y poco social, aunque tambíen afecto el hecho de no tener a ninguno de mis mejores amigos a mi lado, porque siendo sincero socializar no era mi fuerte.

La emoción por comenzar la preparatoria pronto se vio disipada, me encontraba iniciando mi primer semestre, durante los primeros días no podía hacer ningún amigo, paso la primer semana, la segunda, la tercera y no podía hacer contacto con nadie, pareciera haber quedado relegado, los días se hacían demasiado largos ésta situación provocaba que llegara deprimido a casa. Hasta que cierto día caminando pegado a la barda del colegio, con la mirada en el piso y cabizbajo, se acercó a mi un chico de nombre David, quien de la nada comenzó a platicar conmigo, me dijo que estábamos en el mismo salón de clases, aunque yo realmente no me habia percatado de su prescencia.

Y fue así de la nada como inicio nuestra incipiente amistad, comenzamos a conocernos y platicar tu sabes. Ibamos los dos juntos para cualquier lado, si no teniamos clases jugabamos basket, o caminabamos por las jardineras alrededor del colegio, platicando de la musica que nos gustaba, de chicas, de autos, de videojuegos en fin de todo aquello que era importante para chicos de nuestra edad, y lo mejor era que en ese entonces no estaba tan de moda la palabra "gay", ni el estupido prejuicio de que porque dos hombres anden juntos de un lado a otro es porque son "gays" o novios.

Por si fuera poco andar siempre los dos juntos en la preparatoria a cualquier lado, además compartiamos la misma ruta para llegar a casa, esto afianzó aun mas nuestra amistad y terminamos congeniando bastante bien que parecía que nos habíamos conocido desde mucho tiempo atrás.

Los días pasaron y nos hicimos los mejores amigos, parecía que era mi hermano gemelo, comíamos durante el receso, hacíamos la tarea y nos divertiamos juntos fuera en su casa o en la mía; inclusive compañeros del mismo salón nos apodaron "Alvarez" Brothers, diría mi madre parecen que naciste pegado a él jaja.

Durante el primer año la pasamos genial, las excursiones, los partidos de básquet, los videojuegos todo fue genial; era como el hermano que siempre quize tener, pero para el comienzo del segundo año, fue donde inicie a verlo más que un simple amigo.

Un día comun como cualquier otro David se encontraba sentado en las bancas afuera del salón de clases estaba a su lado voltee a verlo estaba mirando hacia unos arboles que se encontraban a su izquierda y comencé a mirarlo con mas detenimiento su rostro, su piel morena, su cabello ensortijado y sus labios, por dios!!! me gusta mi amigo?. De nuevo aquella confusión que parecía olvidada,  en mi interior luchaba por no aceptar lo que parecia obvio, estaba comenzando a enamorarme de David, conforme pasaban los días empezó a ser más evidente. Los fines de semanas me parecian una eternidad, contaba las horas para que iniciara la semana y regresar al colegio; para verlo nuevamente.

Siendo consciente en ese entonces de que dos hombres se amaran era algo mal visto, aunado al temor de ser señalado como maricon, me hacía dudar de confesarle lo que yo sentía por él, así que decidí que antes de decírselo tenía que estar seguro; sin embargo era un hecho me gustaba y si quería estar a su lado y ser parte de su vida.

Así que aprovechando una excursión escolar que se llevaría a cabo, decidí que le confesaria lo que siento por él. Como siempre ibamos juntos era por demás evidente que compartiriamos el asiento en el autobus, aunque durante el viaje de ida sería imposible hablar con David, ya que estaban todos los demás compañeros; y no era el lugar mas apropiado.

Después de haber asistido a visitar las ruinas arqueológicas, la siguiente parada fue un balneario, en donde por primera vez en lo ví en traje de baño, que situación tan extraña no querer verlo y desear verlo al mismo tiempo; no pude evitar excitarme al verlo luchaba por evitar tener una erección. Nos metimos a la piscina y comenzamos a nadar y a jugar a sumergirnos lo cual inevitablemente ocasiono que nuestra piel se rozara accidentalmente, provocándome una terrible erección, tanto como para esperar a que se me pasara antes de salir de la piscina.

El día continuo entre risas, bromas y juegos, el ocaso anunciaba el final del día, todos debiamos abordar el autobus para regresar a casa; con la noche y la oscuridad como fiel amiga pensé en que sería em momento propicio para decirle lo que siento por él. Ya dentro del autobús y como de costumbre, nos sentamos juntos (de nuevo), cansados después de un día tan ajetreado, no cruzamos palabra alguna durante un algunos minutos, así que con el miedo y el corazón saliendose de mi pecho por la emoción por decirselo, no tuve el valor de hacerlo ya que no quería perderlo.

No quería desaprovechar este momento así que lo único  que se me ocurrió fue tratar de tocarlo; y fue entonces que teniendolo al lado del asiento, lentamente fui acercando mi mano poco a poco junto a la suya, de reojo lo miraba asegurándome que no se diera cuenta; extendí mi dedo para poder acariciar su mano, despacio, despacio; cuando estaba a punto de tocarlo, una chica del grupo que venía en el asiento de atrás, comenzó a hablarle a David, y le dijo que tenía algo importante que decirle, por lo que se pasó al asiento de atrás junto a la chica;  quedando solo yo en ese par de asientos, cuando sin querer escuche su plática, ¡no lo podía creer!!! la chica le estaba pidiendo a mi amigo que fuera su novio, ella le dijo que es un chico muy guapo y simpático y que desde hacía un tiempo le había fijado en él, y bla, bla, bla. Y entre varias frases más David a quien consideraba como más que un amigo, el que me había sacado de la oscuridad de la soledad durante el inicio en la preparatoria, había dicho que si……..

Al escuchar esto, no pude evitar sentir una enorme tristeza, (y traición) y comencé a pensar en lo que pasaría después; en cómo quedaría solo de nuevo, porque no tenía otro amigo; en lo solitario que estaría, habiamos compartido tantos momentos juntos; mi corazón se había hecho pedazos; recargue mi cabeza en la ventana y llore durante el resto del camino, hasta llegar a la central de autobuses; tome mis cosas y salí de prisa, sin siquiera voltear a mirarlo ni esperarlo, con lágrimas en los ojos hasta llegar a casa.


Al día siguiente, lo encontré camino al colegio, y preguntó: ¿que pasa contigo?, le dije que nada. Al llegar al salón ya no ocupo el lugar junto a mí como en otros días, ahora se encontraba a un lado de él su novia abrazandolo. Todo cambio a  partir de ese instante, nuestra amistad se fue deteriorando paulatinamente al punto de ya no vernos ni coincidir en ninguna clase, dando fin a la mejor "amistad" que he tenido. Pues en realidad me había enamorado perdidamente de David.

El tiempo continuo su marcha  y tras unos meses decidí no tener relación alguna fuera hombre o mujer, me encerré en mi mismo, volviendome más antisocial de lo que era. Llegué a ver a David algunas ocasiones cuando compartíamos clase pero nuestras charlas que eran de horas ahora solo eran de un simple Hola!! y adiós!!. Sin embargo, hasta estos días no he olvidado los grandiosos momentos que compartí con el mejor amigo que he tenido en la vida.
GRACIAS DAVID, 
DONDE QUIERA QUE TE ENCUENTRES.

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