Un Nuevo Asombro

El primer año en la secundaria estaba por terminar, las prematuras lluvias anunciaban ya la llegada del verano, para haber sido el inicio en esta nueva etapa la pase muy bien en compañia de nuevos amigos y amigas, pero este simple periódo solo era la calma antes de la tormenta.

Tenía por costumbre medir mi altura cada año al iniciar el ciclo escolar y dejar una pequeña marca frente al closet, cuando a unos días de regresar al colegio al momento de agregar una nueva marca me di cuenta de que había crecido, ya no era aquel pequeño niño de 1.65m de estatura, mi rostro ya no reflejaba esa inocencia; mi cuerpo ya no era el mismo. Sí, asi fue, la pubertad había comenzado y con ello el despertar sexual; una ola de cambios, dudas y sensaciones nuevas, que golpeaban mi ser interior como las olas del mar cuando chocan con las rocas de la playa.

El retorno a un nuevo ciclo escolar, no solo significo reencontrarme con mis amigos y continuar con nuestros juegos de antes, sino marco el comienzo para conocer de ese tema prohibido: el sexo. Cuestión que no conocimos por medio de alguna clase o curso impartido en la escuela, salvo los abstractos esquemas de los sistemas reproductivos. Ninguno de nosotros imagino que llegaríamos a conocerlo a  traves de la llegada de un nuevo chico a nuestro grupo, quien era dos años mayor que nosotros.

Ahora que lo pienso creo que de alguna manera  "Fernando" nos pervirtio jaja; su mayor "experiencia" hacía que lo respetaramos, recuerdo sus burlas al señalarlos por esto o por aquello nuestra falta de pelos en el pene y haciendo incapie de que eramos aún unos niños.
A traves de sus platicas fui conociendo acerca de lo que era tener relaciones sexuales, y por dios!!! saber para que servía el pene y donde había que meterlo jaja;  cuando tuve conocimiento por primera vez senti algo de asco, sin embargo cambiaria de opinión gracias al material del que disponia nuestro nuevo amigo.

En clase la profesora de ciencias naturales nos dejo realizar por equipo una maqueta del sistema solar, asi que mis camaradas y yo quedamos de hacer el trabajo en casa del nuevo integrante de nuestro grupo.
Al siguiente dia de vernos en el trayecto a su casa, llegamos a una calle cerrada debido al tianguis (mercado de pulgas) encontrandonos con su madre, quien tenia un pequeño puesto (local) en el que vendían peliculas pirata (copias, clon) siendo lo que más llamó mi atención no solo a mí sino tambien a mis demás compañeros las peliculas pornográficas.

Una vez que llegamos a su casa hablar acerca de aquellas peliculas fue algo inevitable, ahora comprendiamos porqué sabía lo que sabía, con la curiosidad y las hormonas al 100, lo convencimos para poder ver alguna de ellas en su casa cuando sus padres no estuvieran en casa. Tras insistirle por días a hacerlo se dio la oportunidad.
Aquel día llegamos puntual a la cita pactada, Fernando abrió la caja (que contenía el placer jaja) donde estaban las peliculas porno, sin tardo ni perezosos todos nosotros tomamos alguna película y comenzamos a ver cada una de las portada, era imposible decidir cual ver, asi que nuestro nuevo amigo tomó al azar una y la puso en el reproductor.

Que impresión fue para mí esa primera vez, era algo atrayente y emocionante ver a esas hermosas chicas con sus pechos y traseros perfectos contonearse una y otra vez a lo largo de la "trama" hasta llegar a encontrase con un hombre y terminar todos juntos en una habitación, que bello es el cuerpo femenino!!! nada que ver con el de mi tía jaja, que misterioso era el sexo de la mujer oculto en esa hendidura, rodeado de dos rosados petalos y en medio, sí, aquel lugar donde debe meterse el pene.

Pero no estaba preparado para ver lo que seguía a continuación, aquel hombre que llevo a esas chicas a su cama comenzó a quitarse su ropa, que físico tenía su abdomen lleno de cuadros era de admirar, lentamente desabrocho su pantalón quedando solo en calzoncillos. Que emoción tan extraña sentí no lo sabía en aquel momento pero a estoque sentía se le llama excitarse. Dentro de mi deseaba que se la quitara ya, no podía creerlo estaba tan deseoso de verlo desnudo, hasta que por fin ahi estaba él con ese enorme pene colgando, diablos!!! no pensé que un hombre podría tenerlo tan largo, fue tal mi incredulidad que dije en voz alta: lo tiene tan largo como el de un caballo. Enseguida mis amigos voltearon a verme, pude sentir sus miradas acusadoras y el silencio domino por unos instantes hasta que uno de ellos lo rompió y dijo: Sí!!, así lo tengo yo, y todos comenzaron a carcajearse, lo único que pude hacer fue sentir alivio ya que todos hablaban de lo bellas que eran las chicas, cuando yo en su lugar veia aquel atractivo chico con su enorme pene.